BORDADOS ESPERANZA ELENA CARO


BORDADOS ESPERANZA ELENA CARO
RESTAURACIÓN

Nombre
BORDADOS ESPERANZA ELENA CARO
Categoría
Bordado
Localidad
Sevilla
Teléfono
Correo Electrónico
Web
elenacaro.es
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Los orígenes de la Casa Caro se remontan a 1917, cuando los hermanos José y Victoria Caro Márquez abrieron el primer el taller, bajo la denominación de «Bordados José Caro», en la calle Tomillo nº 2. En 1922 se incorpora como diseñador y dibujante Ignacio Gómez Millán, jugando en estos años un papel fundamental en la configuración del sello y el estilo propio de la casa.
Tras unos inicios modestos, una década más tarde era ya un taller consolidado dentro del panorama artístico de Sevilla. Así, debido a los numerosos trabajos demandados por las cofradías, el taller se traslada a un lugar más amplio en 1928, estableciéndose en la Calle Conde de Barajas nº 4.
Con el fallecimiento de José Caro en 1936, la empresa familiar pasa a manos de Manuel y Esperanza Elena Caro, denominándose a partir de entonces «Sobrinos y Sucesores de José Caro». En el taller, que se traslada a la calle Conde de Barajas nº 20, Manuel ejercía de administrador y dibujante, mientras que la dirección técnica recaía en Victoria y Esperanza.
Entrada la década de los 40, el taller era ya considerado el más prestigioso e importante del momento, y será a partir de entonces cuando comience una nueva etapa en la historia del mismo, marcada por las inquietudes artísticas y el carisma de Esperanza Elena Caro. La vinculación de Esperanza al taller familiar se remonta a los primeros años de la creación del mismo, al que se incorporó en 1920 cuando contaba con doce años. Esperanza fue poco a poco relevando a su tía Victoria, que paulatinamente le va cediendo la dirección del taller. Un estímulo innato por aprender y conocer, la lleva a estudiar con profundidad las técnicas históricas del bordado erudito en oro y sedas, analizando minuciosamente algunas de las colecciones de bordados más importantes de España como las de las catedrales de Sevilla y Toledo, y especialmente la del Monasterio de Guadalupe, hacia donde viajó con Ignacio Gómez Millán. El estudio de las obras históricas le proporcionó amplios conocimientos sobre técnicas, que incorporó a las ya desarrolladas en el taller y aplicó en las nuevas las obras realizadas en el mismo. Aportó así a partir de entonces a la producción de la casa una gran riqueza por la amplia variedad y precisa combinación de los distintos puntos, muchos de ellos recuperados del pasado. Entre las técnicas empleadas destaca especialmente el magistral desarrollo del bordado de imaginería, representado escenas y figuras mediante técnicas tan complejas como el milanés y las sedas, y en cuya labor se especializó Amparo Martin González, esposa de Manuel Elena Caro. Consciente de la importancia del dibujo en el bordado, durante los años que dirigió el taller fueron muchos los artistas que trabajaron para el mismo en la realización de diseños, uniéndose a Gómez Millán otros reconocidos proyectistas como Joaquín Castilla, Cayetano González o Fernando Marmolejo.
Aportó así a partir de entonces a la producción de la casa una gran riqueza por la amplia variedad y precisa combinación de los distintos puntos, muchos de ellos recuperados del pasado. Entre las técnicas empleadas destaca especialmente el magistral desarrollo del bordado de imaginería, representado escenas y figuras mediante técnicas tan complejas como el milanés y las sedas, y en cuya labor se especializó Amparo Martin González, esposa de Manuel Elena Caro. Consciente de la importancia del dibujo en el bordado, durante los años que dirigió el taller fueron muchos los artistas que trabajaron para el mismo en la realización de diseños, uniéndose a Gómez Millán otros reconocidos proyectistas como Joaquín Castilla, Cayetano González o Fernando Marmolejo.
Fruto de toda una vida de trabajo y dedicación al bordado, Esperanza Elena Caro fue condecorada en varias ocasiones. Así, le fue concedida en 1964 la Medalla de bronce de Sevilla, la Medalla de Artesana Distinguida en su categoría de plata en 1968 y la Medalla de Oro al Merito del Trabajo en 1971. En 1986, como homenaje a título póstumo, fue rotulada una calle como «Bordadora Esperanza Elena Caro».
En 1961, tras la muerte de Manuel Elena Caro, la dirección del taller pasa a su hijo José Manuel Elena Martin, trasladándose en 1966 al domicilio actual, en la calle Jesús del Gran Poder nº 53. En los años setenta pasa a denominarse «Sobrinos de Esperanza Elena Caro». José Manuel, se dedicó desde entonces no solo a la dirección del taller, sino también a la labor de dibujante, para lo que realizó dos cursos por libre en la Escuela de Artes y Oficios. La fundación Machado le otorgo el premio Demófilo en 1992.
En la actualidad el taller mira hacia el futuro con casi un siglo de historia a sus espaldas. La cuarta generación familiar está presente en Carla Elena Meléndez, que ha recogido el legado histórico adaptándolo a la actualidad. Licenciada el Bellas Artes por la Universidad de Sevilla en la especialidad de Conservación – Restauración de Bienes Culturales, ha completado su formación especializándose en textiles trabajando para instituciones de reconocido prestigio en el ámbito de la conservación del patrimonio.
DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD
ELABORACION DE BORDADOS EN ORO Y SU CONSERVACIÓN-RESTAURACION
En la actualidad el taller se mantiene fiel a sus orígenes. Por tanto, seguimos realizando obras de nueva factura mediante el mismo proceso de creación, totalmente artesanal y con el sello propio de la casa. Paralelamente, en los últimos años hemos orientado también nuestros trabajos a la conservación y restauración de obras de bordado en oro y sedas.
Obras de nueva ejecución
Con casi un siglo de historia, somos el único taller histórico de bordado sevillano aun activo, heredero y continuador de un legado artístico que, en el ámbito de las cofradías, alcanzó especial impulso desde mediados del siglo XIX. Contamos por tanto con una dilatada experiencia, que hace que nuestras obras sean una garantía, no solo por la riqueza de sus materiales sino por la calidad en su ejecución, materializadas gracias al perfecto dominio de las más complejas y variadas técnicas de lo que en las artes ornamentales se ha denominado «bordado erudito en oro y sedas».
Nuestra dilatada experiencia nos ha permitido no solo desarrollar la más amplia variedad de técnicas históricas, sino especializarnos en aquellas otras que por su complejidad y riqueza apenas son empleadas en la actualidad, como los bordados de imaginería en sedas, milanés o giraspes con aplicaciones de eboraria.
En nuestras obras contemplamos el diseño como una parte fundamental del proceso creativo, de ahí que los dibujos previos sean profundamente estudiados para dotarlos de una coherencia estilística y lograr una perfecta adecuación a la personalidad artística del conjunto en el que la pieza se integra. Igualmente, estudiamos de forma individualizada la interpretación del dibujo de cada obra, para que, mediante una adecuada combinación de las distintas técnicas y tipos de hilos, y a través de los matices producidos por los brillos y volúmenes de las distintas piezas, se alcancen muy diversos efectos plásticos. Para ello contamos con profesionales con formación especifica en el estudio de las artes ornamentales y amplios conocimientos sobre las técnicas tradicionales del bordado en oro.
Todo esto hace que las obras salidas de nuestro taller posean un sello propio inconfundible.
Conservación – restauración
El bordado en oro encuentra hoy Sevilla uno de los últimos centros de producción activos de Europa. Esta manifestación artística, encuadrada dentro de las artes suntuarias, ha generado y sigue generando bienes culturales encuadrables dentro del conjunto de nuestro patrimonio material e inmaterial, y por tanto con un interés que va mas allá de lo artístico, pues se ve reforzado por su valor etnográfico, antropológico y social. Ante ello, se pone de manifiesto la necesidad de conservar no solo «el oficio», sino la multitud de obras que nos ha legado el pasado.
Conscientes de esta realidad, el taller en los últimos años ha abierto su campo de trabajo hacia la especialización en la conservación y restauración de textiles bordados en oro y sedas.
Los trabajos de conservación – restauración se abordan desde una perspectiva científica, basada en el conocimiento de la realidad del ámbito profesional, los criterios de intervención y la metodología de trabajo, y teniendo en cuenta las características propias de un patrimonio que es complejo, especialmente por su carácter de patrimonio en uso que rara vez se conserva en su estado original.
Así, el estudio de los casos se hace de forma individual, por profesionales formados académicamente y de forma interdisciplinar, elaborándose los correspondientes informes de diagnostico, propuesta de intervención y memoria final.
A la hora de abordar las intervenciones se tienen en cuenta las circunstancias concretas de la obra, y en base a ello se establece el ámbito de actuación, que irán encaminados hacia trabajos de conservación o de restauración. En las restauraciones, se procede según las pautas establecidas por organismos de reconocida experiencia, adaptándose los criterios de intervención a las características propias de este tipo de obras, aceptándose en la mayoría de los casos la sustitución del tejido base y la consolidación y reintegración de los bordados. En el caso de que el estado de la pieza sea tal que en una restauración el porcentaje de piezas nuevas sería muy elevado, se recomendará la conservación de la obra original y la realización de una réplica, labor esta última para la cual nuestro taller es toda una garantía por su dilatada experiencia en la elaboración de bordados en oro.
En cualquier caso, ya sea en la realización de obras de nueva factura como en los trabajos de conservación-restauración de obras antiguas, el taller realiza un seguimiento y orientación en medidas de conservación preventiva para asegurar el correcto mantenimiento de los piezas textiles.